"Soy un pobre niño normal"
Publicado: 05 Abr 2013, 07:25
Creo que muchos ya me conocen por mi nick Radastan, pero en este foro quiero hacer borrón y cuenta nueva como Prince y me llamaré radastan. Así, sin mayúsculas, para que todo el Mundo vea mis orígenes humildes.
Mi vida retro empezó de espermatozoide, trataba que mis hermanos formasen líneas de si-no para ver si podíamos programar una buena corrida. Más tarde me dejé llevar y acabé casado con un óvulo, la vida nos fue bien y pude jugar al juego de la serpiente dentro del feto, lo malo es que la serpiente sólo se ondulaba y no avanzaba... y para cuando conseguí que avanzara me sacaron de allí (creo que gané la partida). En el exterior trataba, sin éxito, de llorar como el ruido de carga de un Amstrad CPC. Como la cosa no estaba para muchos bollos comencé a hacer el ruido de la disquetera con el pezón de mi madre (yuk-yuk-yuk-yyyyyyyyyuk-yuk-yuk-yuk). Después traté de hacer lo mismo con el biberón, pero ya era menos gracioso, aunque con el chupete conseguía buenas chuptunes.
De pequeño, cuando comencé a tener más idea por mi mismo y a no soltar regalos en el pañal, usaba las piezas de madera de construcción para jugar al Pitfall, Pong, y lo que se terciara. No conseguí que se moviera sola ni una puñetera pieza, era mal programador. Pero con el paso de los años mi padre trajo una caja grande a casa, una consola Pong de deportes, que inmediatamente fue requisada por mis hermanos y yo (éramos seis, yo el mayor). Como no podíamos jugar todos jugábamos de tres en tres: dos a los mandos y un tercero cambiando continuamente el tamaño de la raqueta y la velocidad del juego.
Entonces, un buen día, a un amigo le compraron un flamante Amstrad CPC 6128... ¡woa! que pasada el Animal-Vegetal-Mineral, el Bomber... total, que le dimos la tabarra a mi padre durante meses mientras babeábamos con un Mattel Aquarius de un escaparate. El resultado fue que Papa No-Es nos trajo un ZX Spectrum 128K+ con teclado independiente. Nuestras primeras miradas fueron de desaprobación, nos la estaban intentando colar, pero nuestro padre nos convenció que el de la tienda le había asegurado que ese trasto negro tenía más futuro que el Amstrad CPC y el Mattel Aquarius. Total, que mientras cargaba el Supertest yo iba ojeando el manual de inicio rápido... ¡notas! ¡rectas! ¡círculos! ¡color! todo eso se podía programar.
Tras incharme a jugar con mis hermanos al Supertest, disfrutar en solitario del Match Day (era el único al que le gustaba), y disfrutar de las sorpresas de la cinta de bienvenida (ese jueguecillo tipo Amidar, esas "demos", etc), probé todo aquello que podían en el manual de iniciación. Fantástico, maravilloso, tenía el poder de cambiar la pantalla. Entonces me metí con el manual de usuario, mucho más grande, con muchos más comandos... el poder absoluto.
Y así poco a poco caí en las redes de la informática y con el tiempo acabé en este foro.
Mi vida retro empezó de espermatozoide, trataba que mis hermanos formasen líneas de si-no para ver si podíamos programar una buena corrida. Más tarde me dejé llevar y acabé casado con un óvulo, la vida nos fue bien y pude jugar al juego de la serpiente dentro del feto, lo malo es que la serpiente sólo se ondulaba y no avanzaba... y para cuando conseguí que avanzara me sacaron de allí (creo que gané la partida). En el exterior trataba, sin éxito, de llorar como el ruido de carga de un Amstrad CPC. Como la cosa no estaba para muchos bollos comencé a hacer el ruido de la disquetera con el pezón de mi madre (yuk-yuk-yuk-yyyyyyyyyuk-yuk-yuk-yuk). Después traté de hacer lo mismo con el biberón, pero ya era menos gracioso, aunque con el chupete conseguía buenas chuptunes.
De pequeño, cuando comencé a tener más idea por mi mismo y a no soltar regalos en el pañal, usaba las piezas de madera de construcción para jugar al Pitfall, Pong, y lo que se terciara. No conseguí que se moviera sola ni una puñetera pieza, era mal programador. Pero con el paso de los años mi padre trajo una caja grande a casa, una consola Pong de deportes, que inmediatamente fue requisada por mis hermanos y yo (éramos seis, yo el mayor). Como no podíamos jugar todos jugábamos de tres en tres: dos a los mandos y un tercero cambiando continuamente el tamaño de la raqueta y la velocidad del juego.
Entonces, un buen día, a un amigo le compraron un flamante Amstrad CPC 6128... ¡woa! que pasada el Animal-Vegetal-Mineral, el Bomber... total, que le dimos la tabarra a mi padre durante meses mientras babeábamos con un Mattel Aquarius de un escaparate. El resultado fue que Papa No-Es nos trajo un ZX Spectrum 128K+ con teclado independiente. Nuestras primeras miradas fueron de desaprobación, nos la estaban intentando colar, pero nuestro padre nos convenció que el de la tienda le había asegurado que ese trasto negro tenía más futuro que el Amstrad CPC y el Mattel Aquarius. Total, que mientras cargaba el Supertest yo iba ojeando el manual de inicio rápido... ¡notas! ¡rectas! ¡círculos! ¡color! todo eso se podía programar.
Tras incharme a jugar con mis hermanos al Supertest, disfrutar en solitario del Match Day (era el único al que le gustaba), y disfrutar de las sorpresas de la cinta de bienvenida (ese jueguecillo tipo Amidar, esas "demos", etc), probé todo aquello que podían en el manual de iniciación. Fantástico, maravilloso, tenía el poder de cambiar la pantalla. Entonces me metí con el manual de usuario, mucho más grande, con muchos más comandos... el poder absoluto.
Y así poco a poco caí en las redes de la informática y con el tiempo acabé en este foro.
