Hace más de una década, S*T*A*R se ganó mogollón de enemigos por decir, una y otra vez, que no está bien alabar un proyecto "homebrew" (ya fuera un libro o un juego, o un chisme de hardware) simplemente por existir; que hacer cosas por hacerlas no lleva a ningún sitio, salvo a perder el tiempo y, puede, a hacérselo perder a los demás. El que alguien emprenda un proyecto de forma altruista, por amor al arte, no debería excluirle de la crítica, si lo que aporta es inexacto, deficiente, feo, injugable, o directamente mentira. Yo le compré esa filosofía a S*T*A*R, y no me cuesta nada ponerme a despotricar de un libro o un juego si me disgustan, aunque la respuesta sea una bonita falacia en forma de "pues hazlo tú, si tanto sabes"
Dicho esto, tengo opiniones encontradas respecto al libro de JMV. Se trata de un proyecto comercial, sí, pero creo que muchos le estamos guardando cierto respeto porque sospechamos que el autor no va a hacerse millonario con él; me da la impresión, más bien, de que ha invertido una cantidad de tiempo en escribirlo que no va a compensar ni de lejos lo que obtenga con la venta. Pero como escribe puzel, es cierto que no aporta casi nada que no estuviera ya disponible en la web, o en ese título canónico de Jaume Esteve que es "Ocho Quilates". "Ocho Quiilates", sus dos tomos, valen su peso en oro; ese texto sí que merece la pena sin duda alguna.
¿Qué tiene de interesante "Queremos su dinero"? Pues que incorpora algunos detalles que a mí no me suena haber leído antes. El más interesante para mí es que por fin se aclara la relación entre Indescomp y la distribución de Spectravideo en el Estado español (cosa sobre la que estuvimos especulando hace no mucho
en el foro de amstrad.es), y que incorpora anécdotas que no tienen relación directa con la retroinformática, como el tema de la exigencia de un impuesto revolucionario de ETA. Pero toda la información valiosa de verdad estaba ya recogida en otros sitios, y sobre algunos temas pasa demasiado de puntillas. Un ejemplo es el asunto del CPC 472, que es tratado de forma muy somera y que José Luís Domínguez explica de forma contradictoria: en la entrevista que me concedió a mí decía que el desarrollo del 472 fue algo "que no le gustó un pelo" y que la decisión de producirlo fue de Amstrad UK, mientras que en el libro de JMV parece que reivindica el
chanchullo), pero sin que quede muy claro.
¿Qué defectos flagrantes le veo al libro? Dos graves, sobre todo. El primero, que no haya glosario. Joder, aspiramos a que sea un título serio, y los títulos serios deben servir de referencia. Se citan muchos nombres propios y muchos nombre de empresas, y no hay manera de recuperar la información acerca de alguien o algo sin releer un capítulo entero
El segundo es que da la sensación de que este texto no es más que un artículo extendido de Retro Gamer. La introducción me sobra, el primer capítulo es un refrito del relato posterior, con saltos temporales adelante y atrás constantes; luego lo vuelve a contar todo de forma cronológica, con sentido (aunque sigue habiendo flashbacks que despistan, como cuando se narra la detención de un compañero de Domínguez por pertenencia a banda armada cuando ya estamos leyendo sobre Amstrad España... ¡aquello había sucedido diez años antes!). Si quitamos las fotos, la introducción y el prólogo, se nos quedan menos de doscientas páginas que se leen extrañamente rápido. Y si liquidamos las "dramatizaciones" y lo que engorda, y vamos directamente a la chicha, nos sale un artículo extendido de Retro Gamer
"Queremos su dinero" tiene el mérito de aglutinar bastante información en un solo tomo, y de servir de introducción a alguien que no haya leído aún sobre la historia de Indescomp, Amstrad Plc, Amstrad España, Investrónica o Sinclair Research. Pero es una oportunidad perdida para haber producido un título cojonudo, lo que hubiera implicado entrevistar a más gente, haberle apretado las clavijas un poco más a JLD (¿por qué él tenía tan buena relación con ECI? ¿por qué da la sensación de que Commodore, Atari, Sony o Philips no tuvieron un acceso tan fluido a los canales generalistas de distribución, léase ECI, Continente o Pryca, mientras que él sí? ¿qué chanchus había detrás, qué acuerdos, qué negocios, qué amistades? Cómo me hubiera gustado que JMV hubiera hecho un poco más de sangre con ese tema, y que hubiera investigado tramas societarias, pertenencias a consejos de administración, invitaciones a bodas, fotos en fiestas de la jet set y cosas de esas
), o haber perseguido a Jaime Peró hasta Bolivia, o donde sea que viva ahora (¿nos vamos a quedar sin saber realmente cuántos 6128 y cuántos PCW se vendieron en Estados Unidos, y en qué Estados?). Es más, si tuviera algo de dinero y días de vacaciones, me iría a Londres a buscar a Jorge SIlva para entrevistarle y preguntarle por su opinión: ¡joer, que ese señor siguió trabajando luego en Amstrad Plc! ¡que debe de tener una historia para contar, con huidas, clandestinidad y aventuras, casi pareja a la de Paco Suárez!
Para concluir: ¿recomiendo comprar "Queremos su dinero"? Sí, sin duda. ¿Podría haber si mucho mejor? Sí, sin duda.